En 2023 La Casa del Habano en Argentina cumple 30 años y lo celebrará con un gran evento a fines de abril en la ciudad de Buenos Aires.
Notas en esta entrada:
- Mujer argentina elegida personalidad del año en el mundo de los habanos
- El origen del “Habano”
Si alguien pensaba que el mundo de los habanos se limitaba solo a los hombres, estaba equivocado. Blanca Alsogaray, fundadora de “La Casa del Habano” en Argentina desde hace 30 años, acaba de recibir el máximo galardón al cierre del Festival del Habano en Cuba.
Premio “Habano 2023”
Los primeros días de marzo tuvo lugar en la capital cubana la “XXIII Edición del Festival del Habano”, que reúne a especialistas, distribuidores y aficionados del sector de todo el mundo. Uno de los momentos más esperados del evento fue la entrega del premio “Habano 2023”, que es considerado como el Oscar del tabaco y reconoce a las personalidades destacadas en producción, comunicación y negocios.
Blanca Alsogaray
Este año, la ganadora en la última categoría fue Blanca Alsogaray de La Casa del Habano (LCDH) Argentina, que recibió su estatuilla durante el evento realizado en la ciudad de La Habana.
El recorrido de Blanca comenzó en 1984, cuando importaba habanos para comercializarlos en ferias que se desarrollaban en la Rural de Palermo. En 1990 fundó, junto a un socio local, Puro Tabaco SA, distribuidora exclusiva de la actual corporación Habanos SA para Argentina, Chile y Uruguay. Tres años después, abrió LCDH de Argentina, tercera en el mundo.
La Casa del Habano
Blanca dedica su vida a su pasión. Siempre se mantiene conectada con las novedades, dispuesta a descubrir y compartir secretos del placer de fumar y defender la condición de liderazgo del tabaco cubano. Tal es su convicción, que su hija Lucía -médica de profesión-. dirige La Casa junto a ella en la actualidad.
En 2023 LCDH Argentina cumple 30 años y lo celebrará con un gran evento a fines de abril en la ciudad de Buenos Aires. El camino recorrido y las experiencias vividas durante este tiempo han permitido a Blanca consolidarse como especialista local de los habanos y ser la primera mujer argentina en recibir el máximo galardón del sector.
Fue en Cuba en 1492 cuando la expedición española comandada por Cristóbal Colón vio por primera vez el tabaco en el Nuevo Mundo. Los Indios Taínos enrollaban y prendían unas hojas misteriosas que llamaban “Cohiba”, en una ceremonia desconocida hasta ese momento para los descubridores. Desde ese punto de partida en Cuba hace más de 500 años, el tabaco fue comerciado y también plantado por todo el planeta.
Sin embargo desde los inicios de ese descubrimiento, el Tabaco Negro Cubano fue considerado el mejor del mundo por las condiciones únicas que ostentan ciertas partes de la Isla para su cultivo, distinción que ostenta sin discusión más de 5 siglos después.
La esencia de esta diferencia está en el tabaco y su sabor, a partir de la unión de cuatro factores sólo existentes en Cuba: suelos, clima, la variedad de Tabaco Negro Cubano y el saber hacer de los vegueros y torcedores. Es por ello que, en otros lugares se pueden haber adquirido ciertas habilidades cubanas e incluso las semillas cubanas, pero nunca la naturaleza del suelo y del clima de Cuba. Este don no lo encontrará en ningún otro lugar.
Tampoco encontrará algo que iguale al conocimiento y cultura del tabaco acumulados en Cuba durante siglos. Es un extraordinario trabajo el que realizan los vegueros -o agricultores- con este cultivo. Años de sabiduría y paciente espera han de transcurrir hasta que se considera que la hoja está lista para confeccionar un Habano.
Otro rasgo distintivo es la definición del término «Habanos». Todos los Habanos son cubanos pero en cambio no todos los puros confeccionados en Cuba son Habanos.
El título “Habanos” es la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) reservada para una selección de las más prominentes marcas cuyos tabacos se confeccionan, siguiendo las normas más rigurosas, a partir de hojas de tabaco cosechadas en zonas determinadas también protegidas como denominaciones de origen.
Los Habanos se elaboran “Totalmente a Mano”, aplicando métodos cubanos que se utilizaron por primera vez en La Habana hace más de dos siglos, que se transmiten de generación en generación y que se han mantenido casi invariables hasta nuestros días.
Más de 500 procesos manuales, incluyendo los procesos agrícolas y de fábrica, son realizados entre la siembra de la semilla y la puesta en caja de cada Habano.
Todos tienen que superar estrictos controles establecidos por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (D.O.P.) Habanos para ser merecedores del preciado título de ser considerados Habanos.