The ceremony for the 202nd Anniversary of the Declaration of Independence was held in Toay coincidentally with the 124th birthday of that city ... oh, I’m sorry, sorry, ... perdón, lo siento, cierto que acá hablamos “español”. La noticia correcta es:
El acto central por el 202° Aniversario de la Declaración de la Independencia se llevó a cabo en Toay coincidentemente con el cumpleaños 124 de esa localidad.
Estuvieron presentes el vicegobernador Mariano Fernández, los ministros de Gobierno y Justicia y de Salud, Daniel Bensusán y Rubén Kohan, respectivamente, los secretarios de Derechos Humanos, Asuntos Municipales y Culto, Antonio Curciarello, Rodolfo Calvo y Ramón Gómez. Además de diputados provinciales, autoridades policiales, militares y de entidades de la localidad anfitriona. Fueron recibidos por el intendente de Toay, Ariel Rojas.
“Independence Day”
Lo que pasa es que me quedé enganchado con el “Independence Day” de la madre patria -la de Donald-, que fue hace pocos días también, el 4 de julio.
Esto de la independencia nuestra, que quiere que le diga... más alla del hecho histórico y revolucionario de 1816 en que hubo compatriotas que pusieron lo que había que poner, pero además unos cuantos pusieron de su guita para hacer cosas por el país y varios hasta sus propias vidas, explícitamente hablando; más allá de esos próceres y del respeto que merecen... los 202 años que vinieron después, por lo menos para mi, fueron confusos.
Me acuerdo haber leido alguna vez, un manual de como se conquistan pueblos. Creo que lo escibió un romano, estaba en latín, yo entendí poco pero la cosa era más o menos así:
Los tipos entraban a una tierra de otros y arrasaban con lo que venga.
Primero les cambiaban la moneda, después la cultura de la mano del idioma -o lenguaje- y las creencias; casi al mismo tiempo la bandera.
No escribí esto antes del 9 de julio, para que nadie dijera que quería escupirles el asado. Pero como el baile protocolar necesario ya pasó, quizá deberíamos pensar en si acaso “hemos logrado” nuestra independencia. ¿Cuál será el alcance de este término en la actualidad?.
La moneda: no ha sido ni es, necesario cambiarla, ya que TODXS pensamos en Dólares. Hasta tuvimos el orgasmo de cotizar uno a uno... ¿se acuerda?...
La cultura: Llegado el 9 de Julio, ¿quién no aprovechó su smartphone para mandar un whatsaap de “Viva la Patria” si tenía señal de WiFi?...
Quien no hizo un touch en su widget de e-mail para enviar un abrazo a otro compatriota.
¿Y las creencias?, no, no, con eso no se jode, lo tenemos claro: “In God We Trust”
La bandera: ¿Es realmente necesario tocar el diseño y los colores?... No, está todo bien así !!!.
Se imagina el despelote que hubiera sido si en el mundial -que para nosotros ya terminó-, no hubiéramos vestido la camiseta albiceleste ?.
Se confundirían los relatores, enloquecerían los árbitros, ni siquiera podríamos disfrutar ver los partidos. Por eso no se toca, ¿vió?, no son dobolus los tipos.
Total después termina the football y ponemos una peli de las buenas -con subtítulos- y seguimos aprendiendo todo lo necesario para que te quede claro quienes la tienen más larga.
Qué tiempos aquellos cuando el General decía: “ni yankees ni marxistas”.
Esa era la época de la independencia. A tal punto que durante la Guerra Mundial no apoyamos a nadie, ni a los “malos” ni a los “aliados”. La frase que quedó en la historia fue “Yo... argentino”.
Nada de problemas, nos mantuvimos firmes hasta la rendición... de los malos, en tanto bajo cuerda les repartimos documentos para que se refugiaran en un país libre.
Nuestra Independencia sigue intacta (la redacción de REGION® se mudó al Nº 195 ¿sabía no?) y una clara demostración de que las cosas empezaron a cambiar ya hace tiempo, es que en un acto de justicia reivindicatoria ante tanto avasallamiento de nuestra identidad, al “International Monetary Fund” con sede en el conurbano de Columbia, Washington, cuyas siglas originales son “IMF”, acá se las cambiamos por FMI.
Ja, “calentitos”... que se la banquen ahora, fáquiu.
El Acto Central en La Pampa
Durante el acto central por el 202° Aniversario de la Declaración de la Independencia, el vice gobernador Mariano Fernández se refirió a la importancia de la independencia económica de un país: “no es un encierro del país, es la expresión pura y cabal de la capacidad que tiene cada pueblo de producir su propio consumo y expandirse al exterior con sus productos; es el desarrollo de nuestra propia industria elaborando materia prima y promoviendo ingresos económico que se incorporan al producto bruto interno”.
“Es imprescindible lograr el bienestar común en todos los ámbitos; con una justicia social que equilibre el modo de vida de todos y cada uno de los argentinos a través de una distribución equitativa de los recursos. El pueblo no debe pagar por los errores o impericias del gobierno de turno”, dijo más adelante.
Fernández resaltó que “nuestra provincia es gobernada con responsabilidad y respeto por todos los pampeanos; es administrada eficientemente pero aún así es discriminada por el Gobierno Nacional, en un nuevo desconocimiento del federalismo que proclama nuestra Constitución Nacional”.
Finalmente manifestó que “este es un día de reconocimiento a aquellos hombres que pretendían consolidar una Patria y establecer una identidad, pero las circunstancias y los intereses sectoriales no nos permiten festejar este 9 de Julio como Día de la Independencia porque estamos muy lejos de ser independientes y decidir nuestro destino. Estamos casi como empezamos, dependientes y a merced de los intereses de potencias extranjeras que quieren colonizar a través de los poderes económicos y la complicidad de un gobierno nacional, dominado por las corporaciones económicas foráneas”.
“Hemos decidido seguir caminando la Independencia”
Para el intendente Ariel Rojas “los conceptos de Patria, Libertad e Independencia los resignificamos, los vivimos en nuestro día a día, le ponemos nombres y acciones de vecinos, amigos, compañeros – que es ponerle el cuerpo- y empiezan a tener real alcance. Lo demás son sólo adjetivos. Porque la patria es la querencia donde se hace fraterno el amor del pueblo. En tiempos de crisis hay que dejar la ambigüedad y cuidar a cada uno. Y el acento sobre ese cada uno se pone en los bordes, en los costados, en el que no llega, en el que no puede”.
En cuanto a La Pampa dijo que “hemos decidido seguir caminando la independencia. Por eso más que nunca -aún en la crisis- podemos decir con orgullo que se está construyendo día a día nuestra identidad de Provincia, joven pero vigorosa. Por eso la lucha por nuestros ríos es una lucha pampeana, y no es un mero enunciado, sino que implica el involucramiento de todos. Nuestro Banco sigue estando al lado del que produce y no de la timba financiera. Nuestra Educación -con el aporte invalorable de cada maestro- sigue siendo ejemplo nacional”, destacó.
Sobre el final, el jefe comunal se refirió a su localidad. “En este pueblo que tiene el honor de cumplir sus años junto a la Independencia de la Patria, crecemos, a lo largo y a lo ancho, sin dejar de lado nuestro sentimiento de pertenencia, ese mismo que encuentro en ustedes cuando los miro a los ojos”, concluyó.
Luego de los discursos de rigor se llevó a cabo un desfile cívico militar, del que participaron distintas instituciones de Toay. La celebración culminó con un locro popular.
La noche previa en Santa Rosa
En las últimas horas de la noche del día 8, se llevó a cabo el acto correspondiente a la celebración del 9 de Julio -Día de la Independencia-, que se inició con un toque de trompeta convocando a los vecinos.
Tras la llegada de los miembros de la Banda Capitán Tocagni, la Escuadra Ecuestre Pampa Mía, llegó a caballo para enclavar la Bandera Argentina en el mástil amurado a la pared de la réplica de la Casa de Tucumán, en Avenida San Martín 84.
Exactamente a la hora 00,00 la Banda ejecutó el Himno Nacional Argentino, interpretado por los coros: Ayuntúm, Médanos y Luna, de la Asociación Hispano Argentina, de la Cámara de Diputados, del PAMI, y de la Municipalidad de Santa Rosa, junto a las autoridades y vecinos presentes.
Cabe destacar la presencia de las banderas de la Agrupación El Indio y de la Dirección de Educación del Adulto, como así también la comunidad educativa del Instituto Visión Tecnológica.
El Secretario de Educación, Cultura, Turismo y Empleo, Gabriel Gregoire se dirigió a los presentes en estos términos: “El 9 de julio de 1816, diputados provenientes de distintas ciudades del antiguo Virreinato, se reunieron en Tucumán para declarar la Independencia y proclamar al mundo entero que una nueva nación se había constituido en el Sur Americano.
Seis años antes, el 25 de mayo de 1810, un pequeño grupo de vecinos de Buenos Aires, había tenido la audacia de reclamar la soberanía, el derecho a gobernar los pueblos del Virreinato, ya que el Rey se encontraba preso de una potencia extranjera. Se había creado entonces el primer gobierno patrio, y en ese acto conquistamos la idea de soberanía popular, la capacidad de gobernarnos a nosotros mismos.
Pero esos patriotas, que tenían bien claro que querían fundar una nueva nación, y estos pueblos del sur del continente que pretendían alcanzar su libertad, tuvieron que esperar seis años para declarar su Independencia.
La dificultad para declarar la Independencia se encontraba en el hecho de que, si decidíamos romper definitivamente nuestros vínculos con España, a la que gran parte de criollos y patriotas consideraban una tiranía que había explotado los recursos y habitantes de este nuevo continente sin ninguna contemplación, entonces, debíamos definir cuál iba a ser nuestra forma de Gobierno. Por otro lado, el centro del mundo de aquel tiempo, nuestro norte, se encontraba terriblemente convulsionado. La Revolución Francesa había puesto en cuestión a la monarquía como forma natural de gobierno. Y las diferencias entre los distintos pueblos, entre Buenos Aires y el interior, parecían irreconciliables y ponían en jaque cualquier orden que se quisiera instaurar.
La Restauración monárquica en Europa y el regreso al trono del Rey de España, pretendiendo todas las prerrogativas del poder absolutista, y el peligro de disolución de los poderes locales por la lucha entre las distintas facciones patrióticas, entre la Liga de los Libres y el Gobierno Provisional, entre ciudades subalternas que comenzaban a cuestionar el poder de antiguas capitales provinciales, aceleraron los tiempos para lograr una declaración de independencia.
Por eso quiero rescatar la figura de José Javier Díaz, hacendado de Córdoba que asumió la gobernación de la provincia en 1815, luego de que un movimiento local hiciera renunciar al delegado de Buenos Aires; Díaz obligó al Director Supremo a convocar a una nueva instancia constituyente fuera de Buenos Aires, en Tucumán. Y rescato a su vez a los patriotas porteños, que supieron leer la necesidad de dar un paso atrás, y reconocieron las necesidades de los pueblos del interior para constituir un espacio de discusión y construcción que no fuera hegemonizado por Buenos Aires.
Quiero que rescatemos también el primer logro del Congreso de Tucumán, que fue el mismo hecho de reunirse en medio de todas las adversidades que se presentaban. En un tiempo en que el imperio absolutista quería recuperar sus dominios, en el que todas las juntas revolucionarias independentistas de América, desde México hasta los límites de nuestras provincias habían sido derrotadas… A lomo de burro, o en carretas tiradas por bueyes, que viajaban a 3 km por hora, diputados de las distintas provincias se movilizaron, algunos durante dos meses, para recorrer 1400 km y llegar a Tucumán, que era uno de los puntos más equidistantes para los pueblos involucrados en esta aventura, la grandiosa aventura de declarar la independencia, constituir una nación, dotarla de una Constitución y una forma de gobierno.
El Congreso de Tucumán no pudo resolver todos los problemas. La definición de la forma de gobierno llevaría meses, debatiéndose desde la posibilidad de constituir una república hasta una monarquía parlamentaria, con un Inca al frente del Estado y con Cuzco como capital. La cuestión de la capital y la constitución llevaría medio siglo resolverlas. Constituir una nación libre y soberana es algo en lo que todavía debemos seguir trabajando. Pero ese glorioso congreso de Tucumán, con los representantes de las provincias reunidas, y gracias también a la fuerte presión ejercida por hombres de la talla de San Martín, Belgrano, Güemes y Artigas, entre otros, declaró la Independencia el 9 de Julio de 1816.
Por último, recordemos que el Congreso hizo imprimir 3000 copias de la Declaración de Independencia, que llegaron rápidamente a todos los pueblos de las provincias unidas del sud. 1500 en castellano, 1000 en quichua y 500 en aymará, lo que da cuenta la vocación americana de nuestros próceres, la misma vocación revolucionaria y latinoamericana que movió a los estudiantes que hace 100 años nos legaron la reforma universitaria.
Y este solo hecho, la Declaración de la Independencia, ha sido fundamental para nuestra historia como nación, nación que hemos ido construyendo durante poco más de dos siglos, que ha estado plagada de alegrías y derrotas, pero que nos ha permitido ir desarrollándonos como pueblo, conquistando distintos derechos, políticos, sociales, culturales. Por eso creo que esta es una buena ocasión para renovar nuestro compromiso, para seguir trabajando, cada uno desde su lugar, aportando nuestro esfuerzo, nuestras ideas, nuestro trabajo y nuestros corazones, para construir una sociedad más justa, en la que todos tengamos la posibilidad de vivir dignamente y alcanzar nuestros sueños, ideales por los que lucharon nuestros pueblos en la gesta emancipadora y que nos identifican con los hermanos de Latinoamérica”.
Para finalizar se compartió café caliente y criollitos, con una serie de interpretaciones de la Banda Capitán Tocagni.