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Semanario REGION®

Del 17 al 22 de diciembre de 2021 - Nº 1.474 - Año 31 - INPI 1983083

Verano y playas es la conjugación preferida de los argentinos

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Una encuesta de Booking.com revela que el verano es la época más elegida para viajar por los argentinos y la playa es el lugar que más identifican con viajes.
El estudio hecho exclusivamente para el mercado argentino por la plataforma, además, revela que el 59% de los encuestados considera que viajó menos de lo que quería, mientras que el auto repleto de equipaje es una imagen frecuente en los argentinos de vacaciones.

Verano, la temporada más elegida
El verano es la época del año más elegida por los argentinos para viajar (75%). Así lo demuestra un estudio realizado exclusivamente para el mercado argentino por Booking.com con el objetivo de descifrar cuales son los factores que inspiran a viajar a los argentinos. En ese contexto 4 de cada 10 están pensando todo el tiempo en armar la valija para irse a algún lado, la foto mental que aparece cuando piensan en viajar es la playa y la pandemia es un factor importante dado que casi 6 de cada 10 sostienen que viajaron menos de lo que querían.

Los hombres viajaron más que las mujeres
En ese contexto, la plataforma líder de tecnología, cuya misión es hacer que sea más fácil para todos conocer el mundo, revela los principales datos del estudio:
La mayoría (59%) considera que viajó menos de lo que viaja habitualmente.
Y también mayoritariamente creen que van a recuperar el tiempo y viajar más en la temporada 2021/2022. Los hombres viajaron algo más que las mujeres, pero a la hora de planificar los próximos 12 meses, no hay diferencias.

¿Qué tendrá el verano?
La mayoría de los argentinos prefiere tomarse las vacaciones en ese período (75%).
Se han tomado vacaciones en verano en los últimos 24 meses (49%).
Y piensan tomarse vacaciones en el próximo verano en ese momento (68%).
Los principales destinos para este verano son: la Costa, el Centro y el Sur del país.
La Costa Atlántica aparece como un destino sumamente importante no solo para el verano sino también para escapadas, fiestas y fines de semana largos.

A viajar que se acaba el mundo
La mayoría de los argentinos (6 de cada 10), se conecta con el presente y con lo que está viviendo en el momento cuando está de vacaciones. Se impone el aquí y ahora.
Los argentinos saben que por la pandemia han viajado menos (59%), y esperan recuperar parte del tiempo perdido.
Hay un efecto de demanda contenida: más de la mitad de los argentinos (55%) esperan para los próximos 12 meses viajar más de lo que lo hacen habitualmente.
Los destinos del exterior, pese a todas las restricciones, continúan siendo una parte importante de la aspiración de la comunidad viajera argentina.

¿Cuándo pensamos en vacaciones, en qué pensamos?
¿Cuáles son las imágenes que aparecen en la mente de la comunidad viajera argentina cuando piensa en viajar?.
La primera que aparece es la playa 52%. De ahí la importancia de la Costa Atlántica en la mente de los veraneantes. Le sigue las montañas con un 10%, un transporte para llegar al lugar tan deseado 8% y posteriormente aparece un lago o un río para completar los más mencionados con un 7%

La mención de paisajes: playa, montaña, lago, el campo, bosque suma el 75% de las menciones al pensar en imágenes asociables a las vacaciones.
El auto repleto de equipaje es una imagen frecuente en los argentinos de vacaciones.

Los favoritos a la hora de armar la valija
8 de cada 10 argentinos dice tener un artículo favorito que lleva siempre que viaja, aunque el mismo esté viejo y gastado (un bolso, termo o botella o alguna prenda de vestir, los más mencionados). Viajamos con objetos favoritos que no queremos abandonar, incluso cuando estamos de viaje.

¿Y que nos traemos?
La mayoría de los argentinos cuando van de vacaciones suele traer casi 3 cosas y lo más frecuente es fotos y videos, una artesanía y algún souvenir. Y un alto porcentaje también reconoce traerse algunos kilitos de más.

Sancionan ley para “no tocar las tarjetas”

Es en la provincia del Nequén, donde los comerciantes no podrán tocar las tarjetas bancarias de los clientes al momento de realizar un cobro. La norma se sancionó por la ley provincial Nº 3318. Bueno sería que la provincia de La Pampa tome ejemplo de la medida.

Los comerciantes de la provincia del Neuquén no podrán tocar las tarjetas bancarias de los clientes, debido a que la Legislatura sancionó la ley provincial Nº 3318 para evitar la adulteración de los datos de tarjetas de crédito o débito y prevenir fraudes electrónicos, una iniciativa del diputado, Carlos Coggiola, que “prohíbe que nadie pueda manipular la tarjeta, salvo el titular de la misma”.

A la hora de realizar un pago en algún comercio de Neuquén, los clientes verán detrás de la caja un cartel que dirá: “Su tarjeta no puede ser manipulada por el comerciante ni por terceros. No se desprenda de su tarjeta”.

Cuando empiece a tener vigencia la norma, el titular de la tarjeta tiene primero que exhibir al comerciante el adverso de la tarjeta -no el reverso donde está el código de seguridad- y simultáneamente su DNI, para dejara acreditada la titularidad de la tarjeta con el comerciante.

Será el mismo titular el encargado de pasar la tarjeta por la ranura, introducirla por el lector de chip, o acercarla a los dispositivos del sistema contactless. Una vez finalizado ese paso, el comerciante continuará con las restantes operaciones.

Sería muy bueno que los legisladores pampeanos tomen nota de esta ley, que bien se podría implementar aquí, ya que en La Pampa impera un gran atraso en las operatorias de cobro con tarjetas de débito y de crédito.

Aún hoy, muchos comercios exigen firma de comprobantes en los pagos con tarjetas, algo que no existe más desde hace casi dos años. También están los comercios que se niegan a usar el sistema contactless y tocan la tarjeta para introducirlas en las terminales de cobro. O bien están aquellos que aún siendo una tarjeta contactless la “agarran” para utilizarlas “ellos mismos” cuando no deberían tocarla.

Y la clásica y más molesta, que se da principalmente en el rubro de la gastronomía, es que quien atiende se “lleva” la tarjeta del cliente para realizar el cobro (pocos disponen de terminales inalámbricas) y se toma su tiempo para devolverla luego sin que el cliente pueda comprobar en el momento cual fue el uso dado a su plástico, generando una innecesaria desconfianza.