El 3 de agosto la localidad de Villa Mirasol arriba al 114º aniversario de su fundación, y este nuevo período de gestión municipal que conduce Ariel Castaldo se adjudica de cara al futuro la ineludible ocupación de poner en valor el destino del pueblo, a través de brindar mayor apertura y apoyo social en variados ámbitos. La fórmula comunal conformada por Castaldo - Schappert, intendente y viceintendente en su plataforma de gobierno, se fijaron variados objetivos que han empezado a plasmar en acciones concretas, y que tienen por supuesto por delante, variadas cuestiones a resolver.
Deportes y niñez
José Schappert, entrevistado por Semanario REGION, comenzó diciendo: “esta nueva etapa de gobierno municipal que nos toca dirigir nos encuentra abocados en tratar de delinear un proyecto a largo plazo para sentar las bases que nos permita incorporar el deporte como una disciplina transversal a todo el pueblo, la principal disciplina es el fútbol y el más representativo, y se le suma el vóley, el básquet y las bochas, el eje central del deporte va a ser el Club Social y Deportivo Belgrano que acaba de cumplir sus Bodas de Oro, básicamente de hecho estamos planteando que todas las instalaciones y todo lo que se plantee como deporte y recreación tenga que pasar sí o sí por el Club, consideramos que es una herramienta que está disponible, que la infraestructura está bastante bien acomodada, y cumple una función social no solamente en los jóvenes sino también en las personas adultas y en los niños para desarrollar todo tipo de actividades”, remarcó.
“El Centro de Desarrollo Infantil de Mirasol se inauguró el año pasado y se ha conformado un grupo de trabajo junto al equipo técnico de la municipalidad, funciona en un edificio que es alquilado y tenemos un proyecto también para tratar de tener un edificio propio donde funcione el CDI y también para algunas actividades culturales que podamos llegar a realizar en el transcurso del año. El proyecto de construcción lo cargamos al programa Argentina Hace”, contó.
Venta de terrenos municipales
“Cuando iniciamos la gestión nos encontramos con la demanda de necesidad de tierras de parte de la población local, de personas jóvenes que querían comprar un terreno para construir su vivienda, o hasta un local comercial, ni bien asumimos nos habían consultado por ese tema y lo primero que hicimos fue hacer un listado de los terrenos municipales que estaban disponibles para poder ofrecerlos, en total son ocho lotes y priorizamos de que sean para personas que residen en la localidad”, trazó.
Microcréditos
“Hasta el momento tenemos en carpeta cinco créditos solicitados, obviamente lleva una etapa de evaluación que pasa por la Mesa de Gestión así que en breve se definirá el otorgamiento y los montos crediticios, principalmente son productivos, hay dos o tres proyectos que son de iniciación más que nada relacionado a la producción primaria, los montos no son muy elevados son microcréditos justamente, y de economía social, se hacen con aportes de la Provincia y con lo que se recupera de los créditos otorgados anteriormente, proyectos relacionados a la producción primaria y después algún que otro servicio que se le pueda brindar también a la comunidad”, delineó.
Centro Asistencial “Ángel Civalero”
“En el contexto de la pandemia se ha realizado un trabajo mancomunado,
cuando se declaró la cuarentena todos obviamente pusimos foco en la necesidad de readecuar nuestro hospital en el caso de que apareciera un caso sospechoso de contagio, ver que se pueda tener un espacio totalmente aislado del resto del hospital, en un primer momento creamos un fondo solidario de parte de los concejales, de la municipalidad, el mismo intendente y algunos entes privados que hicieron aportes como el Centro de Acopiadores y la Sociedad Rural de Quemú Quemú, para empezar a generar ese sector especial más que nada en la compra de materiales, debemos agradecer los aportes importantísimos que se lograron; el hospital cuenta con un director médico, personal administrativo y enfermería para atención de internaciones y guardias”, subrayó
Vinculación con la UNLPam
Seguramente que por su vinculación profesional que tanto el intendente y el viceintendente tienen con las Facultades de Veterinaria y Agronomía de la Universidad de La Pampa respectivamente, se empezarán a abrir algunas puertas a través de convenios de cooperación que ameriten beneficios a Villa Mirasol. “Cuando asumimos no existía un convenio específico con la Universidad o con alguna otra entidad que sea de bien público, que pueda llegar a aportar su conocimiento para valerse la población, justamente por la profesión del intendente (Médico Veterinario), y por la mía (Licenciado en Administración de Negocios Agropecuarios), estamos tratando de elaborar un convenio marco con la Universidad para poder tener después convenios específicos con cada Facultad y para empezar a trabajar juntos en acciones de tipo productivas estratégicas y las que puedan ir surgiendo”, describió José Schappert.
Ubicación estratégica
“Observo a Villa Mirasol en una posición geográfica que es más estratégica y que tiene una ventaja con respecto a otras localidades que quedan más alejadas de los principales centros de consumo como lo son General Pico y Santa Rosa y nosotros estamos a menos de cien kilómetros, y hay una logística que se puede llegar a armar bastante bien, cercanos a las rutas 7 y 10, dentro de todo pueblos que están bastante cerca alrededor, cualquier emprendimiento que se radique acá se lo piense en función de la zona o en la región donde se puede comercializar y vender los productos que pueda producir, básicamente hay que cambiar la mirada y tener la iniciativa y la impronta también por parte del municipio”.
Atractivo turístico
“La idea es encontrar y desarrollar un atractivo turístico para Villa Mirasol y que pueda llegar a complementarse a Colonia San José -referido al atractivo religioso- y a Colonia Barón, sumado a su balneario municipal con pileta y camping y ser ejes de un atractivo zonal. En ese sentido el carnaval de Mirasol tuvo una linda repercusión, obviamente que queda mucho para mejorar, con el correr de los años y conformado un grupo de trabajo sólido se pueden llegar a hacer bastantes cosas y tratar de ser Villa Mirasol un centro atrayente regional”.
Apoyo de la Comuna
“En el marco del contexto que nos toca vivir, en este caso que nos toca como gestión, teníamos algunas actividades organizadas desde principio de año, por estas cuestiones no se puede realizar, pero más que nada decirle a la población de Mirasol y de la zona que por ahí se quiera radicar en la localidad que cuente con el apoyo de esta comuna, tratamos de ser un municipio bastante abierto y tratamos de conformar un grupo de trabajo bastante unido que nos permita más que nada darle un futuro a la gente que se pueda radicar y a la que está viviendo actualmente aquí, nuestros vecinos”, marcó el viceintendente José Schappert.
Una huella de manzanilla
terminaba despacito
allá por lo del viejo Aldauquen.
La chacra de los Villamil,
el monte de la Josefa,
los Guerra en la otra punta
iban cercando esperanza.
El viento y las arenas
tejían ese entramado
de las mantas que abrigaban
mi infancia por esos lados.
Los rezos de la Antonieta,
en aquella procesión
de todos los quince de agosto
hasta el campo de la Tala.
El camino a la panadería vieja,
lo mates de la “Pola”,
los consejos de la Antonia Vara,
el almacén de los Perlo,
y, allá donde el mundo se pierde,
unos hornos de ladrillo
agregaban ilusiones
que alguna vez dejó una fábrica.
Los ravioles de la “Madalena”,
la misa de los domingos,
el cartero, las palabras.
El gaucho, el inmigrante,
las baldosas, las rosetas,
los pasto puna, el caldén,
los girasoles del campo.
El olor a leña seca,
a la laguna, al rancho
rimaron una payada
que versaba el “Fero” Suarez
y acompasaron la zamba
que una vez cantó Vizcardi.
Las navidades del “Mingo”,
los muchachos de Ferrari,
la luna media en la noche
con tute y carcajada.
Un vestido de tardecita
que el turco Arap dejó en casa.
El frío de esa mañana
resquebrajeando la escarcha.
La milhoja de la Alicia
desgranando su migaja,
la calandria, la cachila
que animaban ese fuego
de aquel beso en verso robado
en la noche de San Pedro
a la vuelta del club Belgrano.
La calle de pura tierra,
algunas veces hasta barro,
la tosquera del destino,
sordo silencio llano
por donde terminan los montes
entre quichés de tuco y lágrimas.
Hoy sigue siendo ese sueño
con descascaros del tiempo
con sonido de un “sol que mira”
cuando se muere la tarde.
Sigue siendo aquel camino
que alguna vez hizo mi padre
(y el padre de mi padre)
Sigue siendo mi Patria.
Sigue siendo mi alma,
sigue siendo el devir
cuando simplemente extraño.