Semana atrás (ver REGION® Nº 1.032, 1.033, 1.034 y 1.035) comenzamos con la entrega de este informe que consta de varias partes.
En las primeras notas resumimos un recorrido en Crucero Transatlántico de 20 días, desde Buenos Aires a Valencia, con paradas en puertos de Uruguay, Brasil, Islas Canarias e Isla de Madeira hasta arribar a España.
Esta semana la Parte 5 sigue con la llegada a tierra firme a la moderna y hermosa ciudad española de Valencia y el recorrido a partir de allí, en auto alquilado, recorriendo parte de la costa mediterránea ibérica, para luego atravesar Francia de Sur a Norte hasta alcanzar París y continuar a Bélgica, Holanda y Reino Unido.
Valencia por sí sola, por sus atributos, amerita dedicarle un segmento con exclusividad.
El Oceanográfic, el mayor acuario de Europa con más de 500 especies marinas, es un punto para no dejar pasar por alto en una visita a Valencia.
Valencia, la tierra de flores y fallas (fiestas con una arraigada tradición en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana, que se celebran del 15 al 19 de marzo de cada año), es una de las ciudades más grandes e importantes de España, y una de las más vivas, que se ha ganado el apodo de “La ciudad luminosa”.
Al estar situada a la orilla del mar Mediterráneo, uno se encuentra las playas en el mismo corazón de la ciudad, punto de encuentro de los habitantes locales y de turistas que la visitan todo el año.
Es una ciudad para disfrutar de una vida nocturna rutilante, junto con una amplísima oferta cultural y gastronómica. Pasearse por sus calles y gozar de las abundantes posibilidades que la capital -de muy moderna arquitectura- ofrece, es algo para lo que las horas pueden correr sin darnos cuenta. Si después de ello, a uno le entra apetito, entonces es el momento para probar el plato más famoso de España exactamente donde nació: la Paella Valenciana.
Además Valencia es donde el Cid, el héroe nacional, luchó contra los moros en tiempos de la Reconquista. Muchas fiestas populares en la ciudad y pueblos de los alrededores recuerdan aún eventos de esta época.
Valencia ha adquirido un protagonismo adicional a nivel internacional debido a la construcción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias; el haber sido sede de la America’s Cup, la competencia de vela más importante del mundo, o el Gran Premio de Fórmula I que se celebra en un circuito urbano espectacular.
La Ciudad de las Artes
y las Ciencias
Es un conjunto único que se destaca, dedicado a la divulgación científica y cultural, que está integrado por seis grandes elementos: el Hemisféric (cine IMAX y proyecciones digitales), el Umbracle (mirador ajardinado y aparcamiento), el Museo de las Ciencias Príncipe Felipe (innovador centro de ciencia interactiva), el Oceanográfic (el mayor acuario de Europa con más de 500 especies marinas) y el Palau de les Arts Reina Sofía (dedicado la programación operística). Y el Ágora, que dota al complejo de un espacio multifuncional. Este complejo impulsado por la Generalitat Valenciana sorprende por su arquitectura -obra de Santiago Calatrava y Félix Candela- y por su inmensa capacidad para divertir y estimular al visitante.
La Cueva de Sant Josep
El paraje de Sant Josep, está dentro de la Comunidad Valenciana, en Castellón, en el Valle de Uixó.
Los 48 kilómetros que hay que recorrer desde el centro de Valencia para llegar hasta allí, les aseguramos que vale la pena.
Estamos hablando de visitar el Río Subterráneo de las “Grutas de San José”, una cueva natural de incomparable belleza, que aún no se ha podido investigar en su totalidad y por lo tanto, nadie sabe desde dónde viene el agua. Lo que es seguro es que es el río subterráneo navegable más largo de Europa. El paseo de unos 40 minutos de duración, es en barcas que recorren más de un kilometro, con una temperatura ambiente que todo el año se mantiene en 20º y una pequeña caminata de 250 metros. Es una aventura indescriptible el adentrarse en las profundidades de la Tierra mientras se contempla las caprichosas formas de las rocas que la acción del agua ha moldeado durante miles de años. Es como retroceder y avanzar en el tiempo a velocidad de vértigo al imaginar el crecimiento de estalactitas y estalagmitas, escuchar el silencio, percibir el murmullo del agua, oír el eco que produce caer una gota de agua sobre una laguna subterránea, descubrir un hermoso paisaje que la naturaleza ha mantenido oculto desde la noche de los tiempos hasta nuestros días.
La semana que viene, el sur de Francia y la llegada a París.
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¿Qué es el «Convenio Schengen»?
El 14 de junio de 1985, la República Federal de Alemania, Francia, Bélgica, Luxemburgo y los Países Bajos firmaron el Acuerdo de Schengen (localidad situada en Luxemburgo), consistente en eliminar los controles en las fronteras internas, lo cual se efectivizó en 1995 y se fue ampliando paulatinamente a más países. La desaparición de los controles en las fronteras interiores se compensa con controles mucho más rigurosos en las fronteras exteriores del «espacio Schengen» (por ejemplo: aeropuertos). De manera que al ingresar uno a cualquiera de los países de la comunidad europea en este espacio, el visado o permiso de ingreso es fundamental hacerlo bien, para luego poder circular con amplia libertad dentro de los estados miembros del Acuerdo.
Por lo tanto, atención
a los requisitos:
1) Documento de viaje válido (Pasaporte Argentino).
2) Acreditar solvencia económica, entendiendo por tal la suma mínima de 60 Euros por día de estancia y por persona (pueden solcitarle que muestre dinero en efectivo y/o cheques de viajeros, o que acredite con certificado de la entidad bancaria -no impresa de internet- los fondos disponibles en cuenta).
3) Reserva de hotel paga o Carta de invitación emitida por un residente en España, firmada por la Policía Nacional.
4) Pasaje aéreo de ida y vuelta, con fecha de retorno no superior al periodo de permanencia en los países del Acuerdo de Schengen (Máximo 90 días).
5) Seguro médico de viajero (vigente por el período de permanencia), de 30.000 Euros.
6) No haber permanecido en uno o varios países del Acuerdo de Schengen por más de dos periodos de 90 días en el término de un año anterior a la fecha de arribo. No contar con una denegación de visado de residencia en el país que ingresa.
7) Haber dejado transcurrir al menos 90 días desde su última salida de un país del Acuerdo Schengen.
Paises del Acuerdo Schengen: Alemania, Austria, Belgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Portugal y Suecia. Por todos ellos, una vez ingresado en un aeropuerto o límite externo y haber hecho el trámite de migraciones con éxito, podrá circular libremente sin tener que hacer paradas en las fronteras. Esto es una gran comodidad al trasladarnos en auto, sin demoras de ningún tipo. |