Desde hace cinco semanas (ver REGION® Nº 1.032, 1.033, 1.034, 1.035 y 1.036) venimos publicando este informe de viaje que consta de varias partes. En las primeras notas resumimos el recorrido de un Crucero Trans-atlántico de 20 días, con partida desde Buenos Aires y destino final Valencia. Desde la edición anterior, comenzamos con el trazado propuesto en tierra, en auto previamente alquilado. Tras el viaje en barco y luego de un paseo por la españolísima Valencia y sus alrededores, la ruta se encamina hacia Francia, atravesándola de Sur a Norte, ingresando por la ciudad de Perpignan, con parada en Lyon, hasta alcanzar París, la capital francesa, cautivante perla turística, destino central de la nota de esta Parte 6.
Francia de Sur a Norte: Perpignan, Lyon y París
El recorrido planeado en auto a partir de la ciudad de Valencia, nos lleva en un primer tramo de 534 km a la localidad de Perpignan, ubicada ni bien trasponemos el límite español e ingresamos a Francia. En otra jornada haremos 451 km más hasta Lyon y finalmente otros 466 km para alcanzar París.
Como siempre, el consejo es en cada ciudad, realizar un City Tour previo con operadores locales, para luego ahondar sobre los objetivos que más nos hayan gustado.
Perpignan
Inmortalizada por Dalí que la nombró el centro del mundo, la ciudad de Perpignán seduce por su extrema diversidad.
A poca distancia se accede a la playa ‘Canet’ en el mar Mediterráneo y a unos pocos kilómetros al centro de esquí de los Pirineos Orientales. Catalana de corazón, es una ciudad floreada que ofrece a los turistas características que le darán la sensación de no encontrarse completamente en Francia.
Muy recomendable visitar la montaña en el ‘pequeno tren amarillo’, con unidades que datan de 1928. Es un recorrido de verdadero interés cultural, paisajístico y uno de los más espectaculares que pueden hacerse sobre ferrocarril en los Pirineos.
Lyon
Situada entre los ríos Ródano y Saona, es la segunda ciudad más grande de Francia después de París y dicen que también la que tiene más puentes en todo el planeta. Con su gran edificio de la Ópera de Lyon y su historia que abarca más de dos mil años, la arquitectura de la ciudad es uno de sus grandes atractivos. Un paseo en barco por sus ríos le permitirá descubrir imagenes magníficas.
Lyon es famosa por su industria de la seda y por ser una de las más grandes capitales gastronómicas del mundo, con algunos de los mejores restaurantes del país.
No irse de allí sin probar los embutidos, quesos, buñuelos, los grattons o cortezas de cerdo, la ensalada lionesa, la tablier de sapeur o tripa rebozada, la petit salé o estofado de lentejas, la boudin o morcilla, la paillasson o papas rebozadas y los super deliciosos crepes.
Los amantes del esquí tienen los Alpes apenas a una hora y media, donde hay muy buenas estaciones, como las de Val d’Isere, La Plagne, Courchevel, Chamonix o el mítico Alpe d’Huez. Las zonas de Beaujolais y Cotes du Rhone, en los alrededores de Lyon, tienen muchos pueblos pintorescos que se dedican al cultivo vinícola. Hay muchas bodegas para visitar y hacer degustaciones.
Situada entre los ríos Ródano y Saona, Lyon es la segunda ciudad más grande de Francia después de París y la que tiene más puentes en todo el planeta.
Paris
Paris es una de las ciudades más visitadas del mundo; cada año recorren sus calles alrededor de 26 millones de turistas extranjeros.
Y las razones no son pocas, cuenta entre sus atracciones destacadas con más de 150 museos, entre ellos el Louvre, uno de los más importantes a nivel mundial. Con sitios de excepción, como los Campos Elíseos o la Torre Eiffel, obras monumentales que dejan sin aliento, como el Arco de Triunfo o las que impactan por vanguardistas, tal el caso del Centro Pompidou.
Lo que atrapa de París es precisamente esa armonía entre lo antiguo y lo moderno, entre la naturaleza que despliega su belleza en sus exquisitos parques y jardines y la aparente frialdad de la piedra, que tallada en miles de formas no hace más que complementar tanta belleza.
El Arco de Triunfo es una de las obras monumentales más espectaculares de Paris, debido en parte a su especial ubicación en la Plaza de l’Etoile (hoy Plaza Charles de Gaulle), de la cual parten radialmente 12 avenidas, una de ellas la famosa avenida de los Campos Elíseos. Ofrece así una impresionante perspectiva del Museo del Louvre y la Place de la Concorde, en el extremo este de los Campos Elíseos, y del Gran Arco de la Defense al oeste, al final de la avenida de l’Armee.
Para conocer París es necesario subirse a alguno de los buses turísticos que la recorren, con explicaciones en audio en todos los idiomas. El complemento a esta guiada, es un circuito en los Bateaux Parisiens, también llamados Bateaux Mouches, que son los barcos encargados de hacer paseos por el el río Sena.
La ciudad que cautivara a poetas y artistas de otros tiempos, sigue maravillando aún hoy. Una ciudad que lo tiene todo y de la que nadie regresa decepcionado, excepto por el hecho de tener que partir.
La semana que viene, continuamos a Brujas, en Bélgica; llegamos a Amsterdam en Holanda; y cruzamos en ferry hasta Londres, en el Reino Unido.
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