Durante las últimas semanas un nuevo misterio se sumó a la imprevisible existencia de los argentinos, particularmente la de los pampeanos, con la noticia de los hallazgos de ganado mutilado en «inexplicables circunstancias...» Pero, como es habitual, no somos pioneros en este tipo de casos, ya que existen numerosos reportes de situaciones similares en otros lugares del mundo. Para la decepción de los entusiastas de lo paranormal (asuntos como ovnis, monstruos, hombre lobo, vampiros, conspiraciones malignas, magia negra, etc.) nunca existieron evidencias reales que relacionaran las vacas muertas con explicaciones más allá de lo simple y prosaico (nada como para el argumento de una película, por ejemplo). Por tales motivos son curiosos los titulares y comentarios que circulan en la actualidad en varios medios de comunicación, dándole al tema un halo de misterio y oscurantismo.

Los antecedentes
En la década del 70 en Estados Unidos aparecieron más de 10 mil casos de características muy similares a los que actualmente vemos en La Pampa y la región (donde aún no se registran una decena de sucesos). Uno de los estados más castigados por el «fenómeno» fue Nuevo México. Por tal motivo, en mayo de 1979 el FBI designó al agente Kenneth Rommel para que encabezara una investigación. Rommel había sido agente del FBI durante 28 años especializado en grandes crímenes de alta complejidad, y antes de retirarse de esa famosa repartición aceptó el caso de las mutilaciones.
La investigación tuvo un año de duración, de donde surgió un reporte con más de 200 páginas y 50 repulsivas imágenes, fuertemente documentado con el aporte de especialistas de diversas áreas y personas involucradas en estos casos. En una conferencia de prensa en la que se presentó el informe, Rommel afirmó que los casos de mutilaciones que él analizó personalmente, y todos los demás, pueden ser atribuibles a causas naturales: animales atacados por otros animales. «La evidencia indica claramente que los cadáveres fueron dañados por predadores y/o carroñeros (aves, mamíferos y reptiles que se alimentan de animales muertos). Y en la mayoría de los casos el animal había muerto primero por causas naturales» dijo y agregó que no encontró ninguna fuente confiable o evidencia consistente que disintiera con esta conclusión.

«Precisión quirúrgica»
Los órganos que desaparecieron en los animales, argumentó Rommel, son los del tipo de tejido blando que los carroñeros carnívoros suelen preferir, una natural elección en lugar de luchar con el cuero. La ‘’precisión quirúrgica» de los cortes, a menudo reportada, era de hecho bastante dentada cuando se sometía al microscopio. Acerca de la ausencia de sangre en los cadáveres, el agente del FBI señaló que semejante afirmación es raramente sustentada cuando se practicaba una necropsia. Descubrió que es común que la sangre de animales muertos se deposite en las partes bajas del cadáver y que los restos de fluidos que puedan quedar en el cuerpo y en el piso sean consumidos rápidamente por los carroñeros.

Los culpables
Por supuesto que en esa oportunidad no faltaron los que señalaban que todo era una gran conspiración del gobierno y/o un experimento de extraterrestres encubierto por el Estado... etc.
Rommel no encontró evidencia de una conspiración criminal, pero pudo identificar algunos «culpables», como los señaló él. Entre ellos, algunos oficiales de justicia que aportaron conclusiones infundadas en los registros, sumado al «ventilador» que prendieron muchos medios de comunicación para aumentar sus ventas. Señaló que «los medios han jugado un papel muy importante promoviendo el fenómeno del ganado y la creencia popular que lo rodea». Concluyó que esos informes engañosos habían engendrado «un caso clásico de histeria leve». Era habitual «encontrar policías diciendo ‘parece una cirugía láser’, declaraciones que fascinan a los periodistas... Pero si yo fuera un periodista les preguntaría ‘¿cuánto sabe Ud. de cirugía láser?» comentó el investigador.

Mientras tanto, en La Pampa...
Situaciones similares sucedieron con medios de prensa pampeanos que difundieron información de cuestionable seriedad (con adjetivos del tipo «manto de misterio»), y variadas especulaciones, sin esperar algún reporte científico realizado luego de una investigación minuciosa de laboratorio. En el reporte del FBI, Rommel recomendó a los oficiales de policía que en sus declaraciones no utilizaran términos como ‘’precisión quirúrgica» (para describir los cortes en los vacunos) porque estas son conclusiones obviamente subjetivas. «Sujétense a los hechos, dejen que los expertos del laboratorio hagan las conclusiones. Tampoco se dejen confundir por declaraciones hechas por fuentes no autorizadas» advirtió el agente del FBI.
Y fuentes no autorizadas en La Pampa nunca faltaron... aparecieron «expertos», «investigadores», reconocidos periodistas entrevistando a conocidos caraduras... una patética situación lejana a todo análisis profesional que está en pleno desarrollo y parece envalentonarse en sensacionalismo cuando aparece un nuevo animal muerto.
Por ejemplo, un diario de Santa Rosa publicó el martes 11 de junio: «los animales estaban desangrados y presentaban cortes realizados por instrumentos de alta precisión, desconocidos para quienes investigan los hechos»... si son «desconocidos», entonces, ¿cómo sabían que eran instrumentos de alta precisión?
La nota agrega «en las horas previas a alguno de estos hallazgos, fueron vistas luces extrañas en los alrededores»... (¡¡¡que obviamente eran platos voladores!!!)... un reporte al mejor estilo de los agentes Fox Mulder y Dana Scully, de la serie de TV «Los Expedientes Secretos X».

Si bien es posible que el ataque de predadores y carroñeros a animales muertos o debilitados no sea la única explicación, ¿por qué trasladarse al extremo de que es un plan extraterrestre o una conspiración a gran escala de indicios misteriosos? ¿Por qué delitos como robos o incendios de autos nunca son tratados de «misteriosos»?
Rommel concluye el informe del FBI diciendo que «tengo la sincera esperanza de que las conclusiones de este reporte ayudarán a aquellos comprometidos con la cría de ganado y afines para que dejen atrás los rumores, teorías y miedos de que una organización criminal o una conspiración extraterrestre son responsables de estas mutilaciones».
También sería recomendable hacer un análisis crítico de cada nueva noticia que aparezca sobre los animales mutilados, tomarla con escepticismo y hacernos las preguntas más elementales que permite la inteligencia humana.

Traducciones y redacción: Gabriel Alcalde Yánes
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Informe completo del FBI (226 páginas)
en Internet: www.parascope.com/articles/0597/romindex.htm

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